jueves, 14 de julio de 2016

La Escuela de Chicago

Estados Unidos considerada una de las cunas de la expansión industrial, de la innovación en el campo de la construcción y el urbanismo jugo un papel importante en el desarrollo de nuevos estilos así como de métodos constructivos a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Bajo el estímulo de una sociedad capitalista, que brindo admisión a un sin número de inmigrantes se constituyeron las bases de una ideología cultural propia donde las referencias históricas tenían menos peso e importancia que en Europa. Con esta premisa de espontaneidad por parte de una sociedad económicamente prospera y en constante incremento solo fue necesario tiempo para aprovechar las oportunidades que se presentaron.


En Chicago, nace uno de los estilos arquitectónicos más particulares e innovadores a nivel de materiales y técnicas para la construcción. La ocasión surge disfrazada de desventura, ya que, gracias al incendio ocurrido en el año 1871, que dejo la mayor parte de la ciudad destruida, lo que supuso la necesidad de levantar una vez más esta urbe, otorgándole una relevancia mayor al urbanismo. Ante esta excepcional oportunidad se desarrollaron nuevas tipologías de edificios de oficinas y comerciales, fundándose así las bases de la conocida Escuela de Chicago, al requerir una demanda de proyectos que ningún otro lugar podía igualar en el momento. Además, el crecimiento poblacional y aumento de la cotización de los terrenos estimulo que las soluciones arquitectónicas optaran por una respuesta vertical, donde muchos pisos elevados se desarrollaban sobre una planta reducida. Los edificios generados en Chicago pronto empezaron a ser imitados en diversas ciudades de Estados Unidos, promoviendo la construcción en altura con estructura de hierro y obra de fábrica que culminaran en los rascacielos de nuestra actualidad.

     En un principio las construcciones alcanzaban dimensiones entre los 10 y 16 pisos, todo un logro a considerar en ese tiempo, acompañado por la aparición de los primeros ascensores eléctricos. Debido a los requerimientos estructurales originados por los nuevos diseños, los diversos talleres de arquitectura de la escuela de Chicago generaron soluciones entre ellos, que permitieron definir un estilo arquitectónico unificado: pilotes de hormigón como soporte o fundación para contrarrestar la dificultad de construir en suelos arenosos y fangosos, uso de estructura metálica revestida según las necesidades de la edificación, ventanas corridas que abarcaban un porcentaje mayor de las fachadas (posteriormente fueron conocidas como “muro cortina”), y la eliminación ocasional de muros de carga, dejando de lado los muros de piedra de gran magnitud en beneficio de fachadas de atractiva mampostería que suprime los elementos decorativos del siglo pasado. Apostando por superficies lisas y acristaladas.

     La Feria Mundial de Chicago de 1893 brindo la oportunidad de exponer la nueva ciudad al mundo, donde predominaban las líneas horizontales y verticales. Esto marco una pauta que trajo como consecuencia un movimiento de reacción en la nueva generación de arquitectos estadounidenses que se conoce con el nombre de Prairie School o “Escuela de la Pradera”. En medio de toda la innovación, arquitecto norteamericano Louis Sullivan, con estudio en Chicago, reflexiona sobre su trabajo y acuña la famosa frase:
Form follows funcion…,” por su traducción literal: la forma sigue a la función. Esta se convertirá a lo largo del siglo XX, en un grito de combate por parte de la nueva arquitectura. Grito que aún es tema de debate y opinión en la actualidad.


Arquitectos de la Escuela de Chicago

·         William Le Baron Jenney (1832 - 1907): considerado el padre de la escuela de Chicago. Proyecto el Home Insurance Building, siendo este el primer edificio con 10 pisos que logro sufragar a necesidad de concentrar a más gente en menos espacio.
Home Insurance Building

·         Henry Hobson Richardson (1838 - 1886): Su Marshall Field's Wholesale Store es un edificio que sobre sale no por su altura sino por sus características particulares las cuales lo hacen despuntar entre los demás. Podemos destacar el uso de piedra no pulimentada en los muros, ventanales con la función de captar luz, utilización de diversas formas y tamaños.
Marshall Field's Wholesale Store

·         Burnham & Root.: estudio formado por los arquitectos Daniel Burnham y  John Wellborn Root, considerados la síntesis entre dos componentes de la realidad profesional americana, uno realista y cínico, y el otro más artístico y cultivado. Juntos construyeron edificios como  el Montauk Building, el Rookery Building 1885-1887, el Reilance Building 1890, entre otros.
Reilance Building, 1890 Chicago 

Monadnock Building
·         Holabird & Roche: firma conformada por William Holabird y Martin Roche, construyeron, entre otros edificios: Graceland Cemetery Chapel, 1888, McConnell Apartments, 1897, Gage Group Buildings, 1899, Chicago Building, 1904.
Chicago Building, 1904

·         Dankmar Adler (1844 - 1900): Construyó el Auditorium Building, 1887–1889.
Auditorium Buiding, 1889

·         Louis Sullivan (1856 - 1924): Su aporte más importante fue el diseño de diferentes tipos de rascacielos, con la estructura interior de hierro bajo una atractiva fachada de mampostería. El Wainwright Building, el Guaranty Building y el Carson Pirie Scott Department Store (Almacenes Carson) son edificios que llevan su firma.
Carson Pirie Scott Department Store

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